domingo, 20 de mayo de 2012

Simbología de la imagen de María Reina

Como todas las advocaciones de la Virgen, la imagen de María Reina es rica en simbología. El manto adornado con armiño envuelve a la tierra y muestra autoridad sobre ella. El color blanco de sus vestidos y el lirio a sus pies refieren a la pureza de Virgen. Una parte del manto, cuyo color es el del amanecer, mira hacia los hombres e invita a la esperanza, mientras su mano derecha sostiene el cetro en afirmación de su poder y autoridad que, al estar levemente inclinado, expresa su misericordia.
 Su soberanía se expresa en su frente, en la diadema de piedras preciosas y oro, y en el anillo en su mano, que simboliza la alianza con su pueblo. El rosario de su cintura invita a la oración y sus cuentas de rosas manifiestan su ilimitada caridad. He aquí nuestra santa patrona, María Reina Inmaculada, con todos los emblemas de su realeza: su manto, con ribete de armiño, envuelve el globo y denota soberana majestuosidad. El cetro en su mano derecha, ligeramente inclinado en señal de misericordia, afirma su autoridad y potestad. La deslumbrante blancura de sus vestidos y del lirio que yace a sus pies evocan su pureza virginal. El lado de su manto que está vuelto hacia los hombres es el color del amanecer y les habla de la esperanza. El rosario que lleva puesto nos invita a rezar y las rosas que adornan las grandes cuentas son símbolo de su infinito amor. Camina hacia adelante sobre la esfera, que representa el mundo, para encontrarse con sus hijos y ayudarles en sus tribulaciones; sin embargo, sus pies apenas se deslizan por el globo como recordatorio de que este mundo no es sino un pasaje que conduce a la eterna patria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario